23 de octubre de 2012

Muse (Palacio de los Deportes, Madrid) 20-10-12



El día después de un concierto hay que dedicarlo a leer las distintas reseñas que del mismo se hacen en la Red, tanto crónicas como tweets. Y si, casualidades de la música, absolutamente todo desprende un aura de éxito y grandeza ante el espectáculo, es que lo vivido fue realmente importante. Adjetivos como electrizante o mastodóntico rezuman de todos y cada uno de los comentarios que se han hecho sobre el concierto que Muse dio anoche en un Palacio de los Deportes lleno hasta rebosar.

Tras unos simplemente correctos The Joy Formidable, superando en el difícil arte del teloneo a aquellos The Big Pink que disfrutamos -sufrimos- en el Vicente Calderón en el año 2010, y con 15 minutos de retraso sobre la hora estipulada, se apagaron las luces y con ellas los dolores varios de los espectadores que llevaban horas haciendo cola ante las puertas del recinto. No se hicieron de rogar y, tras Unsustainable como Intro de concierto, compensaron el retraso con Supremacy, Hysteria y Supermassive Black Hole en una secuencia tras la que ya más de uno pedía clemencia. Y eso era tan solo el inicio.

Porque, además de un sonido perfecto (al menos en pista) desde el mismísimo inicio del concierto, el espectáculo visual que Muse ofreció al público fue apoteósico, de esos en los que deberían ser advertidos aquellos que padecen alguna sensibilidad a la luz y el color. Tras acabar Hysteria, varias filas de pantallas comenzaron a descender, para acabar formando una pirámide invertida sobre sus cabezas, en las que se podían ver tanto proyecciones distintas en cada canción, como imágenes del trío británico o del público. La pirámide pasaría a convertirse en un zigurat multiforme durante todo el concierto, absorbiendo las miradas de todos los asistentes.

Con Resistance el público volvió a disfrutar del primero de los temas que sonarían de su quinto y anterior álbum, aprovechando además con ello para coger aire, que luego soltaría bailando al ritmo de Panic Station, convirtiendo el Palacio de los Deportes en una inmensa pista de baile. Mención aparte merece el tropezón de Matt Bellamy al subir las escaleras de la parte izquierda del escenario, que no tuvo mayores consecuencias, eso sí. En Animals, los datos del Nasdaq acompañados de imágenes de corredores de bolsa  y demás siniestros personajes incitaban a quemar Wall Street al salir del concierto, como poco. Apagado el fuego con la nueva Monty Jam desarrollada por Dominic Howard y Chris Wolstenholme, el piano hizo su primera aparición desde las más ignotas profundidades del escenario para que Matt Bellamy interpretara la balada Explorers y la sorpresa de la noche: Falling Down, de su primer álbum Showbiz. Adrede o no, lo cierto es que sí que decayó demasiado el ritmo con ellas.

Time is Running Out llegaría precedida del inicio de Host, una de las varias b-side del grupo que no todos los asistentes del concierto reconocieron. La comunión tras ella entre el grupo y su público era ya completa, inamovible, incluso sectaria. En este punto, Wolstenholme se pondría al frente para interpretar Liquid State, uno de los dos temas del último trabajo de Muse compuestos por el propio bajista. Acabada ésta, las gafas de Matt en las que se proyectaban las imágenes de Madness y los láser que inundaron el recinto dieron paso a Follow Me, donde Bellamy se despojaría de su inseparable guitarra para acabar cantando rodilla al suelo. Undisclosed Desires -sin la keytar que se vio en el Calderón, esta vez tocó pregrabado-, el tiro a la sien que es Plug in Baby y New Born cerraron una primera parte de concierto excepcional. Curioso el detalle de la ruleta en las pantallas decidiendo entre ésta última y Stockholm Syndrome, que sin ser en absoluto aleatorio, dotó de cierto suspense a la elección: ambas irán rotando durante la gira.

Puesto que, durante el último tema, la pirámide formada en el escenario se tragó al conjunto británico, se pudieron disfrutar en sus pantallas las imágenes del videoclip de Isolated System mientras sonaba. No fue tocada por los miembros del grupo desde las entrañas del escenario, como se ha podido leer en alguna reseña. Sus últimas notas dieron paso casi automáticamente a las primeras de Uprising, ya con ellos de vuelta, mientras un Dom Killbiliano daba golpes desde la pirámide que aún coronaba el escenario. Si antes se iba a quemar Wall Street, en ese momento sus restos iban lanzados hacia el político de turno, después de ver los puños en alto de la multitud arengada por Bellamy y su 'we will be victorious'. Y, por si fuera poco, el himno que es Knights of Cydonia dejaría exhaustos a los asistentes, preguntándose si aquello era el final.

Sin embargo, volvieron a salir, para rematar con Starlight y el himno de los pasados JJ.OO de Londres: Survival. Llegados a este momento, el ánimo del público hacía rato que ya estaba en ese punto en el que tan solo puedes dedicarte a saltar y corear cada letra, cada riff y cada movimiento de la inmensa pirámide de pantallas. Porque quizá -y sólo quizá-, para algunos Muse haya perdido un poco el norte en sus dos últimos discos. Pero es indudable que son una de las bandas más en forma del planeta en cuanto a la calidad de sus directos, cuestión que 15.000 personas pueden avalar desde la noche del 20 de octubre. El próximo verano más, según el último 'see you next summer' de Matthew Bellamy, dicho entre reverencias al público. Mejor es difícil, aunque eso, con Muse, ya se ha dicho demasiadas veces.


Grupo: Muse.
Lugar: Palacio de los Deportes (Madrid).
Aforo: 15.000 personas (completo).
Setlist: Unsustainable; Supremacy; Interlude + Hysteria; Supermassive Black Hole; Resistance; Panic Station; Animals; Monty Jam; Explorers; Falling Down; Host + Time is Running Out; Liquid State; Madness; Follow Me; Undisclosed Desires; Plug in Baby; New Born; Isolated System; Uprising; Knights of Cydonia; Starlight; Survival.

Fotografías: Alberto Sánchez (@ruper91)

22 de octubre de 2012

Galardones a la fauna musical



En un mundo tan ancho y vasto como es el de la música, en el que deambulan multitud de sujetos de infinitos calados, la entrega de determinado premio puede convertirse en aval para elevar a un grupo a los cielos o desterrarle a los infiernos. Entre las distintas coronas se encuentra la destinada a aquellos que cuentan con la valiosa cualidad de llevar sus notas a la magnificencia de un directo. También existe aquel que lleva el nombre del mejor artista alternativo, sin que haya quedado aún definido qué significa dicho término. O el de mejor look, donde conocidas las delirantes excentricidades de la crítica, es posible ver entre la terna de candidatos a siniestros personajes en materia de vestir.

14 de septiembre de 2012

Love of Lesbian (Móstoles, Madrid) 12-9-12


Love of Lesbian_En 200 Palabras

¿Enamorado o despechada? ¿Loco? O simplemente, ¿te gusta la música en directo? Si cumples alguno de los tres interrogantes, probablemente disfrutarías de cualquier concierto de Love of Lesbian. Y si cumples los tres, bueno...seguramente formes parte de sus seguidores, que cada vez son más.

Con motivo de las fiestas de Móstoles, los catalanes actuaron en la noche del miércoles en el Parque Liana de la citada localidad madrileña a las 23.00 de la noche. El concierto, gratuito y abierto a todo aquel que quisiera acercarse a disfrutar del directo de la banda, cosechó gran afluencia de un público que empezó a arremolinarse en torno al escenario sobre las 21.00, aunque algunos ya hubieran hecho sentada ante el mismo cerca de las 19.00.

Con puntualidad se apagaron las luces y el sonido de Tercero Segunda abría el concierto para dar la bienvenida a los integrantes del grupo. Y casi susurrando, la letra de La Noche Eterna comenzó a sonar en Móstoles. Nadie por las Calles, El Hambre Invisible y Los Seres Únicos, siendo esta última una de las pocas canciones que quizá suenen algo descafeinadas en el directo, dejaron claro que por la capital ya están bien aprendidas las letras del nuevo trabajo de la banda. Aún más, La Niña Imantada convirtió el concierto en un nuevo karaoke al aire libre, con Santi Balmes al frente.

El ritmo decayó de forma premeditada con la siguiente terna de temas, comenzando con esa canción de música a través de los tejados que es Wio, Antenas y Pijamas. Le seguirían Noches Reversibles, Segundo Asalto y Los Colores de una Sombra, rescatando así canciones de sus dos anteriores discos, siguiendo con Belice (dedicada a Pancho Varona) y 1999, tema homónimo de su tercer trabajo en español. Tras ellas, y con Santi Balmes pidiendo al público que cantara junto al grupo la siguiente, acometerían Allí donde solíamos gritar de forma acústica. Las Malas Lenguas y una brutal Club de Fans de John Boy, que hizo saltar al más reacio a hacerlo, cerrarían la primera parte del concierto.

Cuando volvieron a saltar al escenario, invitaron al respetable a disfrutar de Incendios de Nieve, sustituyendo los silbidos de la original por los noes en respuesta a la pregunta de si alguno de los presentes accedería a una noche lujuriosa con Angela Merkel, a cambio de una condonación de la deuda española. Algún se escapó, salido de la boca de aquellos llamados "patriotas" por Balmes. Tras las bromas, la sorpresa de la noche fue una bien rescatada Marlene para el setlist de los catalanes: hacía demasiado que no aparecía por los escenarios de Love of Lesbian.

Con 667 y Si tú me dices "Ben", yo digo Affleck se pudo comprobar lo que ya se sospechaba, son canciones puramente por y para el directo, destinadas a los momentos más locos de sus conciertos. Dando pie además, como ocurrió, a que Santi Balmes baje del escenario y el público disfrute aún más del delirio de la letra y la música de ambas. Con Algunas Plantas, como es habitual en la mayoría de sus actuaciones, cerraron un concierto de 20 temas y casi dos horas de duración. Que en los tiempos que corren, y siendo un concierto gratuito, es de admirar.

Grupo: Love of Lesbian.
Lugar: Recinto Ferial Parque Liana (Móstoles, Madrid).
Setlist: Tercero Segunda + La Noche Eterna; Nadie por las Calles; El hambre Invisible; Los Seres Únicos; La Niña Imantada; Wio, Antenas y Pijamas; Noches Reversibles; Segundo Asalto; Los Colores de una Sombra; Belice; 1999 + Por qué te vas (extracto cover Jeanette); Allí donde solíamos gritar; Las Malas Lenguas; Club de Fans de John Boy; Incendios de Nieve; Marlene; Me amo; 667; Si tú me dices "Ben", yo digo Affleck; Algunas Plantas.

22 de agosto de 2012

Madness

Madness Muse

Lleva apenas un día en el aire y ya tiene mil catalogaciones. La tildan de pufo, del anticipo de lo que supondrá la muerte de Muse, o al menos de su pérdida del estandarte de adalides del rock moderno que se ganaron -con justicia, de esa que llaman musical- con esa joya en forma de disco llamada Origin of Symmetry. Madness, el primer single (que no adelanto, puesto que ya habían dejado volar otras dos canciones) del que aún sigue siendo uno de los discos más ansiados por la crítica este año, ha provocado un aluvión de comentarios negativos procedente de aquellos que esperaban un sonido cercano a los inicios del grupo británico.

15 de junio de 2012

Entradas que duran segundos


La semana pasada, Muse anunció las fechas de la gira de presentación de su nuevo álbum, que verá la luz en septiembre de este mismo año. España contaba tan sólo con un concierto en Madrid, y Portugal ni siquiera obtenía fecha en la lotería de días que la página web del grupo ofreció. También se anunciaba el día oficial de venta de entradas de forma general: el 14 de junio, sólo una semana después. Además, contaba con la peculiaridad de que era el mismo para todos los conciertos de la gira. 

Llegó el 14 y la hora clave eran las 10.00h. Había nervios ante la pantalla del ordenador o en los puntos de venta oficiales, pero nadie se imaginaba lo que pasaría apenas 10 minutos después. No suelo utilizar la primera persona, pero creo que nada mejor que ello para describir lo de ayer. Llegamos a la cola de la taquilla del Fnac de Callao a las 9.20h, y aunque ya delante de nosotros habría unas 25 personas aproximadamente, teníamos mucha tranquilidad. Si ya las del Calderón las compramos un día después y aún así seguían quedando de pista, ¿cómo no íbamos a tenerla a escasos pasos de la taquilla, y a la hora de la venta oficial?

8 de junio de 2012

Sexy Zebras (Sala Caracol, Madrid) 7-6-12


Hoy, 8 de junio de 2012, se cumple exactamente un año del concierto que los miembros de Sexy Zebras dieron en la Sala Moby Dick de Madrid. Allí presentaron el que ha sido su primer disco, titulado Nada más lejos de la realidad, un álbum pop-rock trabajado a base de esfuerzo y con buenos temas en su interior. Un año después y tras escuchar sus canciones en sitios como MTV o 40TV -la última con la colaboración de Dani Marco y El Pescao-, los madrileños llenaron la mítica sala Caracol de la capital. Dieron un espectáculo a la altura de la noche, y para cerrar el ciclo, anunciaron la preparación de un nuevo disco para este verano.

La apertura de puertas se había fijado a las 20.30h. A pesar de ello, el grueso del público comenzó a entrar en la sala pasadas las 21.00h, con algo de desconcierto sobre la hora exacta del inicio. A eso de las 21.40h y ya con una parte de la sala ocupada, se apagaron las luces y aparecieron en escena los teloneros. Llegados desde Valencia, los componentes de Rubick salieron dispuestos a comerse el escenario. Y lo consiguieron. Suenan a The Animals, a Biffy Clyro, a The Rights Ons. En todo caso, impresionante el despliegue musical y vocal de la banda, derrochando ganas y calidad. Se metieron al público en el bolsillo, y seguro que más de uno -incluido el que escribe- procurará no perderles la pista de aquí en adelante.

Rubick se despidió entre aplausos y gritos de "'¡otra, otra!" por parte del público. Pero no había tiempo para más, porque tras una breve espera, eran Gabriel Montes, José Luna y Samuel Torío los que subieron al escenario de la Caracol. Y como de costumbre, no hubo preámbulos. Intro de concierto y Chocolate para el cuerpo, que no estaba la noche para ser finos. Los asistentes habían comprado entradas en busca del poderoso directo de Sexy Zebras, y no defraudaron. Para entonces, la sala presentaba ya un lleno completo. Querían reventar Madrid, decían por sus redes sociales...y al menos la Caracol lo hizo.

La primera versión de la noche sería Ever Fallen in Love, de los británicos The Buzzcocks, grupo de punk-rock de los 70. Dicha versión también es la canción que suena en el nuevo anuncio de KIA para la eurocopa de fútbol. Después, el delirio que significa un tema como Fuego, aquel primer single del grupo y que tantas alegrías les ha dado. Cuando acabó ésta, Gabi anunció que la próxima significaría el estreno de un nuevo tema: se titula Paz, y presumiblemente se podrá escuchar en el nuevo disco que la banda está preparando. En directo, al menos, sonó bien.

Inmortal y Despiértame contagiaron a toda la sala de un ambiente más tranquilo y sosegado, en especial la última, cuya letra cantó la gran mayoría de los que estaban debajo del escenario. Pero otra versión llevada a buen término, como es Give It Away de Red Hot Chili Peppers, devolvió el baile y los saltos a la sala. Con Soy Real y la buenísima Billy el Malo llegaron Sexy Zebras a la primera parte de su concierto. Pero para entonces, habían dado algo demasiado bueno al público como para que se conformaran sólo con eso.

Así que, indudablemente, volvieron a salir. Con Gabi sentado al borde del escenario, Sólo veo en la oscuridad tomó cierto aire melancólico, quizá por las palabras del cantante y bajista, que afirmó que posiblemente "fuese la última vez que tocaran ese tema". Aplausos, y más aplausos. Y aún quedaba Mi Piel, uno de los mejores temas de su primer disco, y la segunda salida al ruedo de Fuego. Con ella acabaron, dejando ardiendo los pies de los que bailaron abajo.

Ha pasado un año desde el concierto de la Moby Dick, y quedó claro que Sexy Zebras ha ganado en su sonido y experiencia sobre el escenario. Cierto es que quizá faltaron algunos temas en el setlist, que se hizo demasiado corto: la fuerza de Como las demás o el ritmo de Nina se echaron de menos ayer. Pero ello no empaña el buen directo que siempre presentan, y es ahí donde verdaderamente se muestra la calidad de una banda. También han ganado seguidores, en gran parte gracias a su trabajo en las redes sociales -además de en el plano musical-, y al cuidado y cariño que les demuestran en cada cita. Probablemente les espera un gran futuro por delante. Parafraseando uno de sus estribillos, Sexy Zebras "son presente, son futuro...son reales".


Grupo: Sexy Zebras.
Lugar: Sala Caracol (Madrid).
Aforo: 500 personas (completo).
Setlist Sexy Zebras: Intro+Chocolate; Ever Fallen In Love; Fuego; Paz; Inmortal; Despiértame; Give It Away; Soy Real; Billy el Malo; Sólo veo en la oscuridad; Mi Piel; Fuego.

Setlist Rubick: Demons; She's Got The Show; Steven; Black Oceans; Frozen; Stuck In The Middle With You (Reservoir Dogs); Be My Light; Fire; Why Do You Care; Love; Bandits; Bastards.


Quizá te interese: Entrevista a Sexy Zebras                         

Fotografías: Elena Herrero (@eherrerog).

30 de mayo de 2012

Love of Lesbian (Sala Cats, Madrid) 29-5-12



Love of Lesbian volvieron a la capital en un concierto gratuito y desconocido para muchos de sus fans, ya que el grupo no se prodigó demasiado en anunciarlo, posiblemente por exigencias del organizador del evento. Aún así, la madrileña sala Cats presentó un buen aspecto, y el conjunto catalán volvió a mostrar su solidez en directo, presentando además algunos de sus nuevos temas.

En las entradas, gratuitas y conseguidas a través de concursos o inscripción en el evento de la Web de Yuzz, la hora del concierto aparecía fijada a las 16.00h. Los primeros asistentes aparecieron por la puerta de la sala Cats a alrededor de las 15.45h, y aún así consiguieron los primeros puestos en la lucha por las primeras filas. No se apuró demasiado la formación de la cola, quizá debido a lo inusual de la hora y a los 35º que hacía en ese momento en la capital según los termómetros de sus marquesinas.

A las 17.10 se apagaron los focos y los 6 integrantes del grupo hicieron su aparición sobre el escenario. Sin ningún miramiento, la música comenzaba con Nadie por las calles, seguida de Los seres únicos, dos de los temas incluidos en su nuevo álbum titulado 'La noche eterna. Los días no vividos'. El punto viene incluido en el título, no es una errata. Después acometerían una de las canciones más queridas por sus seguidores: La niña imantada, de su 2º disco en español titulado 'Cuentos chinos para niños del Japón'.

Acabada ésta, Santi presentó el siguiente tema como "una canción de edificios y antenas en un atardecer". Se trataba de Wio, antenas y pijamas, otro de los temas nuevos del conjunto catalán. Tras la tranquilidad llegó el subidón de uno de los temas estrella de su carrera como es Club de fans de John Boy, de su disco '1999'. Es aquí donde verdaderamente el público entró en calor, y lo hizo aún más con Un día en el parque y su "yo mataré monstruos por ti", coreada por todos los fans del grupo. Y como en los conciertos de la sala Joy Eslava que dieron fin -supuestamente- a la gira de su anterior álbum, a 1999 se le unió el final de Voy a romper las ventanas, unidas entre sí. El concierto llegó así a su ecuador.

El ritmo subió de nuevo con Las malas lenguas, pero Belice e Incendios de Nieve volvieron a hacerlo descender un punto. Como de costumbre en sus actuaciones, consiguen que ésta última se convierta en uno de los momentos de mayor emoción del concierto mientras la sala intenta silbar los acordes de la canción. Tras ellas, sonaron ese ritmo narcisista que es Me amo y el penúltimo nuevo tema de la tarde: El hambre invisible. Santi anunciaba ya, entre las protestas del público, que la cosa estaba llegando a su final. Pero quedaba el plato fuerte.

Noches reversibles antecedió a otro de los himnos imprescindibles por antonomasia ya de los catalanes: Algunas plantas se convierte en un ejercicio de baile y salto de los asistentes en cada uno de sus conciertos. Acabado éste, recordaron que volverán a Madrid en el Festival del Día de la Música el próximo 23 de junio. Y para no fallar a su costumbre de dejar el escenario con un tema más tranquilo, acometieron Oniria e Insomnia, uno de los mejores temas de su último disco y del cual ya se ha estrenado su videoclip. Terminado el espectáculo, se llevaron los aplausos de un público entregado.

A destacar el buen sonido e iluminación de la sala, que además de alojar conciertos se trata de uno de los locales de fiesta más famosos de la capital. Los temas de Love of Lesbian que mejor sonaron fueron los que ya venían haciéndolo en los últimos años, como Me amo o Incendios de Nieve. Las nuevas canciones parecen un punto por debajo en intensidad y nivel que la mayoría de los temas de sus anteriores discos, a excepción quizá de la genial Oniria e Insomnia

Quizá con el paso de los conciertos y la búsqueda de los enfoques en directo de las canciones, este tema mejore. También influye, obviamente, la cercanía del estreno del nuevo disco y que sus fans no conozcan aún la mayoría de las letras. Pero en general, Love of Lesbian sigue haciendo gala de una forma excelente en sus conciertos. Lo mejor, sin duda, el slogan de la camiseta que lucía Santi Balmes: 'A mí no me gusta el Indie-Pop. Vengo aquí a ver si ligo'.


Grupo: Love of Lesbian.
Lugar: Sala Cats (Madrid).
Aforo: 700-800 personas.
Setlist: Nadie por las calles; Los seres únicos; La niña imantada; Wio; Club de fans de John Boy;  Un día en el parque; 1999 + Voy a romper las ventanas; Las malas lenguas; Belice; Incendios de nieve; Me amo; El hambre invisible; Noches reversibles; Algunas Plantas; Oniria e Insomnia.


Fotografías: Victoria Espinoza (Flickr / @xladyoflight).

30 de enero de 2012

Arctic Monkeys (Palacio de los Deportes, Madrid) 27-01-12


Impresionante, brutal, poderoso…faltaron los adjetivos para describir el concierto que los británicos ofrecieron la noche del viernes 27. Arctic Monkeys confirmaron lo que muchos preveían hace tiempo: se han convertido en uno de esos grupos que llenan pabellones con relativa facilidad y un directo poderosísimo. Han pasado de llenar Vistalegre, a hacer lo propio (o casi) con el Palacio de los Deportes madrileño en la presentación ante el público de su último disco, Suck It and See.

A las 22.20 aproximadamente se apagaron las luces del pabellón y aparecieron en la pista los británicos. Sin miramientos ni preliminares, daban por comenzado el show con Don’t Sit Down ‘Cause I’ve Moved Your Chair, en un comienzo quizá algo descafeinado para las más de 14.000 personas que llevaban horas esperando, aunque ya se rumoreaba por las diversas colas que podría ser la elegida. Rápidamente la fuerza de Teddy Picker y Crying Lightning se encargó de levantar al personal. Con The Hellcat Spangled Shalalala absolutamente todo el público coreaba el pegadizo y fácil estribillo, para después disfrutar de Black Treacle con un respiro más que necesario.

Pero duraría poco. Brianstorm estallaba de repente y el Palacio de los Deportes se derrumbaba en 3 minutos de absoluto delirio. Seguirían The View from the Afternoon y I Bet that you Look Good on the Dancefloor. Y con esto y Library Pictures, Turner&cía pasaron de dar un simple concierto en el Palacio de los Deportes, a convertir el pabellón en un torrente de fuerza, fiesta y (por qué no decirlo), mucho sudor. Tenían al respetable completamente a sus pies a partir de ese momento, si no lo había estado ya.

El bajo y la batería cobrarían protagonismo en Evil Twin, única b-side del setlist de los monos del ártico. A la señal de Alex Turner comenzaba Brick by Brick, para continuar la fiesta de la música que estaba teniendo lugar con This House is a Circus y Still take you Home. Pretty Visitors llegó precedida de las peticiones de aplausos por parte de Turner para su teclista. Después le llegaría el turno al tema que abre su último disco, She’s Thunderstorms

Do me a Favour y When the Sun Goes Down cerrarían la primera parte del concierto.  En la última, Turner se recreó ante la espera del público a que continuara, tras la pausa de rigor después de las primeras estrofas. Absolutamente todo el pabellón la coreó cuando lo hizo.  Tras ellas, los miembros de la banda se retirarían del escenario en busca de un pequeño y merecido descanso.

Pero el público pedía más. Y los británicos cumplieron, en la línea de todos sus conciertos, con un bis de 3 canciones. Con Suck It and See pusieron la nota sensible de la noche, y Fluorescent Adolescent colocaría en la cara de todos los presentes, adolescentes veinteañeros en su mayoría, esa sonrisilla de felicidad propia de uno de sus temas más famosos. Pero todo tiene un final, y tras una hora y cuarto de emoción y éxitos, la última canción asomaba sus primeras notas. En compañía de Miles Kane, Arctic Monkeys cerraban el concierto tras dar las gracias al público con la emotiva 505.

Mención especial merece también la actuación del propio Miles Kane como telonero. Con temas como Come Closer o Inhaler, el que fuera integrante de The Rascals dejó claro que está suficientemente preparado para asumir empresas mayores. La mitad de The Last Shadow Puppets (la otra es el propio Turner) salió a comerse el escenario desde la primera nota.

En una noche de frío intenso en Madrid, los Arctic Monkeys convencieron al público y a la crítica. Y lo hicieron a pesar de la brevedad de los escasos 85 minutos, directos y a la yugular, eso sí, que ofrecieron. Atrás dejaron las dudas sembradas en muchos durante la presentación en Vistalegre y el MTV Winter de Humbug en el 2010, ese disco que tantas controversias causó por la renovación musical que supuso. 

Es innegable que han madurado, han mejorado y lo más importante: han demostrado que cada vez les vienen mejor los grandes escenarios. Aún les falta el carisma y quizá la flexibilidad de otros grupos que también llenaron el Palacio. El setlist clavado a otros muchos anteriores, y los oídos sordos a miles de personas pidiendo Mardy Bum quizá den fe de ello. Nadie sabe lo que les deparará el futuro, pero lo que está claro es que, de momento, van por el mejor camino.


Fotografías: Victoria Espinoza (dama de luz / @xladyoflight)