24 de diciembre de 2010

Una pasión que rompe mástiles

Desde Pete Townshend hasta Matthew Bellamy, pasando por Jimi Hendrix. Muchos han roto sus guitarras encima de un escenario, fruto de la pasión y emoción de su actuación.

Enrique Zafra. Madrid. ¿Sería capaz de estrellar contra el suelo su televisor de última generación, ese que le costó 2000€ y para el que estuvo tanto tiempo ahorrando y esperando? Probablemente no, y la idea le parezca una locura y una insensatez descabellada. Sin embargo, el precio mínimo de una buena guitarra raramente desciende del precio de su televisor, y no pocos han sido los guitarristas a lo largo de la historia del rock que han hecho trizas sus instrumentos sobre el escenario.

La última guitarra famosa que no volverá a regalar sonidos al rasgar sus cuerdas es la denominada como Gliteratti Manson, cuya propiedad ostentaba Matthew Bellamy, líder del grupo de rock inglés Muse. El instrumento fue fabricado en exclusiva para Bellamy por el fabricante, tras una petición expresa del artista, que detallaba en la misma que deseaba algo que arrojara destellos sobre el escenario. El resultado fue una guitarra de cuerpo rojo y cobertura de purpurina tanto en el clavijero como en el cuerpo, así como con un panel táctil retroiluminado, ubicado en la parte inferior del mismo. Apareció por primera vez en directo el 26 de mayo de 2007 en Luxemburgo, y tuvo su trágico final (min. 2.45) el 26 de septiembre de 2010 en Estados Unidos, al caer desde lo alto de una de las torres del escenario del grupo. Sin embargo, aunque su final fuera resultado de un accidente, ya antes había sufrido el maltrato por parte de su dueño en diversas ocasiones desde su estreno.

La Gliteratti Manson de Bellamy es la última de una serie de guitarras que han perdido la vida encima de un escenario a manos de sus dueños legítimos. Se dice que el primero que inició la costumbre fue Pete Townshend, quien en septiembre de 1964, durante un concierto en el Railway Hotel de Londres, partió el mástil de su guitarra al golpearlo contra el techo del local. Cuando el guitarrista de The Who se percató de la reacción del público a la acción, no pudo más que acabar por destrozarla por completo, para acto seguido coger una nueva y continuar con la actuación. Desde ese momento, el hecho causaría tal revuelo en el mundo de la música que sería repetido otras veces a lo largo de los años tanto por el mismo Townshend, como por otros grandes del rock.

En 1967, sería Jimi Hendrix quien llevaría a cabo quizá el sacrificio más espectacular y famoso de una guitarra sobre un escenario. Tuvo lugar durante una de las primeras grandes apariciones de Hendrix en Estados Unidos, en el Monterey Pop Festival del 67, celebrado en California. Durante su actuación, y en especial en el momento de interpretar el tema Wild Things, Hendrix se dedicó a poner en pie al público a base de acciones como puntear la guitarra con los dientes o hacerlo con ella a la espalda. Concluyó el show rociando con alcohol el instrumento, para acabar prendiéndole fuego en señal de sacrificio según sus palabras, golpeándola después y tirando sus restos al público.

Townshend o Hendrix fueron los precursores del acto de romper una guitarra en lo alto de un escenario. Pero no han sido los únicos, en la historia de estos momentos figuran nombres como Ritchie Blackmore, de Deep Purple, o más actualmente, Trent Reznor, de Nine Inch Nails. También el legendario Kurt Cobain destrozó alguna de sus guitarras en más de una ocasión, e incluso llegó a hacerlo durante la grabación del tema Endless, Nameless en el año 1991, cuando arrojó su Fender Stratocaster negra contra el suelo del estudio en un ataque de frustración.

Matthew Bellamy ha sido el último gran guitarrista en maltratar a su guitarra en diversas ocasiones, volviendo a desempolvar el viejo tema de si hay que considerar estos actos como una parte del todo en los conciertos, o por el contrario como actos que deberían ser erradicados, al ser considerados por algunas personas como actos de violencia gratuita contra instrumentos valorados en miles de euros. Pero a pesar de todo, éstas historias, y muchas más que no han tenido cabida aquí, ya forman parte de su memoria, de la memoria del Rock And Roll.

Fuente de las fotografías: (1) Muse.mu ; (2) Usonica.com

27 de noviembre de 2010

Un sueño demasiado caro

Formar una banda de música siempre ha sido la ilusión de muchos jóvenes. Pero no todo es tan idílico como parece, la realidad muestra que hacerlo es sinónimo de perder dinero y mucho esfuerzo. La aparición de Internet ha supuesto un soplo de aire fresco para esas bandas que luchan por hacerse un hueco en la música.

El 16 de junio de 2010, la banda británica Muse congregaba en el estadio Vicente Calderón a más de 40.000 personas, en un concierto que acaparó titulares en toda la prensa general y especializada, y por cuyas entradas sus asistentes pagaron un mínimo de 42 euros. Meses después, en septiembre ofrecían su música ante un abarrotado estadio de Wembley, con capacidad para 90.000 personas, habiendo colgado el cartel de ‘no hay billetes’ durante los días previos al espectáculo. Con cinco discos de estudio, once años de experiencia a sus espaldas, una facturación de beneficios cada vez más creciente, y una legión de fans alrededor del mundo, constituyen el ejemplo perfecto de una banda en firme ascenso y con éxito en el mundo de la música.

Un mundo en el que no todo es llenar estadios y sacar discos demandados por millones de fans. Detrás de bandas consagradas como Muse, Metallica, Bon Jovi o Mägo de Oz, existen formaciones que día a día pelean por el mismo sueño que en su época persiguieron The Beatles o los Rolling Stones. Son esas bandas que no aparecen en los periódicos, ni suenan en las principales emisoras del país. Ya sea por mala suerte, falta de apoyo, o por haber tomado una decisión incorrecta en el momento menos adecuado, no han conseguido cumplir el objetivo que toda banda desea.

“No tener que compaginar la música con otros trabajos, sino poder dedicarnos enteramente a ello, sería nuestra propia definición del éxito”. Son palabras de Gabriel Montes, bajista y vocalista del grupo madrileño Sexy Zebras, formado por el propio Gabriel, José Luna y Samuel Torío. Los tres llevan desde el verano del año 2005 peleando por su sueño: triunfar y conseguir llevar el nombre y los sonidos de Sexy Zebras a los oídos de toda España. “Nosotros no nos paramos a valorar cosas románticas como hacer lo que nos gusta, porque eso ya lo estamos haciendo. Lo que queremos es poder vivir de la música”.

La música no es rentable
La música, al contrario de lo que pueda parecer, no es rentable en absoluto. Muchos músicos invierten cada mes gran parte de su dinero y de su tiempo en una ilusión, sin saber nunca a ciencia cierta si alguna vez conseguirán recuperar la inversión. “Y no porque sean buenos o malos, hay grupos muy buenos que por falta de suerte u otros factores, no consiguen nada”, señala José, guitarrista de Sexy Zebras. En muchos países, el Estado pone a disposición de todo aquel que lo solicite ayudas económicas, destinadas a agrupaciones musicales de nuevo cuño o en desarrollo. En España, según los servicios de información al ciudadano del Estado, de la Comunidad y del Ayuntamiento de Madrid, la existencia de ayudas similares a la música son escasas o inexistentes. Para hacerse una idea de los gastos a los que debe enfrentarse una banda de pequeñas características, el precio de alquiler de un buen local de ensayo en Madrid raramente es menor de quinientos euros.
 
Pese a todo, en la sociedad existe el debate generalizado de que el precio de los discos es abusivo para el consumidor. Incluso, muchos lo califican de robo y estafa. Y aunque parezca contradictorio, también muchos artistas comparten la opinión de que “es una injusticia que el precio de los CDs sea tan alto”. Así opina Alejandro Morales, batería de la banda Paranoid, formada por cuatro estudiantes de Madrid hace escasos meses. “Es obvio que los músicos tenemos que recibir un beneficio por nuestro trabajo, pero es bestial lo que han subido los precios de un disco. Recuerdo que antes una cinta de cassette podía valer unos cuatro o cinco euros, ahora un CD vale aproximadamente veinte. Son cuatro veces más, y eso, es demasiado”.

El centro de la polémica en torno al precio de los discos es el porcentaje de los beneficios que va a parar a manos de distribuidoras y discográficas. Por ejemplo, “por la venta de un trabajo que valga doce euros en el mercado, en España el artista percibe una cantidad cercana a un euro en concepto de royalties (pagos por derechos de autor). El resto va a parar a manos de participantes intermedios en el proceso de producción del mismo”, apunta Gabriel, de Sexy Zebras. “El que diga que veinte euros es caro por un disco, no sabe lo que conlleva y el trabajo que cuesta hacerlo. Pero también es una broma el porcentaje que se quedan el distribuidor y la discográfica”. Actualmente, la aparición de las descargas digitales, impulsada por plataformas como iTunes, permite al usuario pagar un precio menor por el trabajo de un artista, ya que quedan eliminados algunos gastos intermedios, como los de distribución.

Promoción en internet
Además de la posibilidad de ofrecer al público su trabajo en formato digital, la irrupción de internet ha dado a los artistas una nueva vía de comunicación para darse a conocer a la gente. Hoy en día, cualquier grupo medianamente asentado tiene su propio sitio en el ciberespacio, lo que les permite difundir libremente su imagen al público y mantener un contacto más estrecho con sus seguidores. Desde Extremoduro a Linkin Park, pasando por grupos de menor calado como Love of Lesbian o The Right Ons, todos tienen su propio espacio en la red. 

Internet también ha supuesto una alternativa publicitaria para muchos grupos, que no pueden pagarse una campaña de publicidad en medios cuyos costes económicos superan con creces a los necesarios para publicitarse por la red. La diferencia entre el coste de llevar a cabo una campaña de publicidad en la red, y el de realizarla en otros medios, es abismal. Las opciones que brindan espacios como MySpace o Facebook son increíbles, y el coste es relativamente inexistente. “A nosotros, excepto los amigos más cercanos, todo el mundo que nos conoce lo ha hecho gracias a internet”, expresa José, de Sexy Zebras. “Antes de sacar el disco en MySpace nadie nos conocía, y después de hacerlo llegamos a tener 2000 o 3000 escuchas diarias en la página. Eso sólo lo consigues gracias a la red”. 

El nacimiento de la red ha supuesto un nuevo camino repleto de opciones para todas aquellas bandas que luchan sin descanso por cumplir sus ilusiones, negándole a Calderón de la Barca aquello de que “la vida es sueño, y los sueños, sueños son”. Y es que siempre existirá esa creencia innata en el ser humano de que los sueños, en palabras de Alejandro, “se pueden conseguir con trabajo, esfuerzo, e ilusión”.

Fuente de la fotografía: Muse.mu

9 de noviembre de 2010

Entrevista a Sexy Zebras

“La música es el arte menos rentable del mundo”

Llevan 5 años tocando como grupo, y ya tienen en el horno su primer disco, con el que esperan darse a conocer a España y que ésta les reciba con los brazos abiertos. Son José Luna, Gabriel Montes y Samuel Torío, y juntos forman Sexy Zebras.

Pregunta.- ¿Cómo surgió la idea de formar una banda?

Respuesta.- Quizá influyó que todos habíamos estudiado música desde pequeños y que en nuestra casa se ha mamado música siempre. También estábamos en una época en la que comenzábamos a escuchar nuevos estilos con grupos como Green Day o Blink182, y nos resultaba fácil intentar versionar temas suyos. Existían ciertas inquietudes musicales, y fue una idea que se fue hablando y formando poco a poco. Nos juntamos sin saber muy bien qué tipo de banda íbamos a ser. Surgió la inquietud de formar una banda y empezamos a ensayar, no fue nada especial.

P.- ¿Y cómo fueron vuestros inicios?

R.- Buenísimos. No teníamos ni idea de tocar, el único que sabía algo de guitarra era José, y Samu que había estudiado percusión. Pero siempre que tienes un grupo te crees que eres lo mejor del mundo. Nos apuntamos a un concurso, y nos dejaron un sitio en el cole de José para ensayar. Los grupos que participaban eran buenísimos en comparación con nosotros, pero no nos desanimamos y seguimos hacia adelante con ganas de superarnos a nosotros mismos. En los inicios no tienes ninguna preocupación más que la ilusión de tocar y hacer música, mientras que ahora influyen más cosas.

P.- ¿De dónde os viene la vocación por la música?

R.- Nuestros padres nos metieron a estudiar música en el conservatorio cuando éramos pequeños, aunque acabamos saliendo del conservatorio porque la música clásica es durísima. Aún así el paso por el conservatorio nos ha servido de mucho, por ejemplo a la hora de componer.

P.- ¿Cuál es el proceso a seguir para la realización de un concierto?

R.- En el ámbito amateur, primero nos ponemos en contacto con otros grupos, intentando que sean del mismo estilo que nosotros. Después se llama a una sala que nos guste, y ésta es la que te dice si tienes que alquilarla o pagar a través de un porcentaje de los beneficios de la taquilla. Ya por último lo que queda es fijar la fecha del concierto. El día del mismo, la sala te cita para hacer la prueba de sonido, que generalmente es 4 o 5 horas antes del concierto y se hace en orden inverso al de las actuaciones en directo. El ingeniero de sonido lo suele poner la propia sala, a no ser que tengas algún amigo o conocido que entienda del tema o lo contrate la banda por su cuenta. Así mismo, la banda suele llevar su propio material, excepto cosas como el cableado, micrófonos, pantallas de sonido… ya que eso lo pone la sala.

P.- ¿Tenéis algún tipo de dificultades a la hora de realizarlos?

R.- La dificultad general es corresponder a la sala, ya que te presionan bastante para que muevas a gente y no tengan pérdidas con el concierto. Puede haber problemas con el tema de la edad mínima que la sala te permite en la entrada, o que no te preste el mismo trato si compartes concierto con otras bandas más grandes, dejándote un tiempo muy residual para realizar pruebas. Luego también puede pasar que la sala no tenga lo que te prometieron por teléfono, y el material que te proporcionen no sea bueno.

P.- ¿Tenéis algún tipo de exigencia en los conciertos?

R.- Cuando eres un grupo amateur no puedes exigir nada, a no ser que hayas pagado una suma importante por el alquiler. Aunque nosotros lo que sí pedimos es el rider de la sala y si dan permiso para menores, para ver qué ofrecen y elegir dónde tocamos. De todas maneras, si eres un grupo pequeño la sala no te da ninguna opción, o tocas según lo que te den o buscas otra.

P.- ¿Interactuáis de alguna manera con el público?

R.- Es clave interactuar con el público en los conciertos. Actualmente, con la cantidad de información existente que el público puede saber sobre un grupo, un buen directo es lo que marca la diferencia. Nosotros es lo que más trabajamos, le damos prioridad absoluta a la participación del público. Hacemos los juegos que hagan falta y preparamos versiones para meter al público en el concierto…aunque a veces basta con sentir la música que tocas, para transmitírsela al público y que aparezca esa conexión especial. También es importante que la banda esté unida y exista una buena relación entre los miembros, ya que eso también se transmite al público.


P.- ¿Existen momentos dejados a la improvisación durante un concierto, o lo lleváis todo ensayado y medido?

R.- Preparamos un setlist de canciones, pero aparte de eso normalmente no solemos llevar muchas cosas preparadas. Por ejemplo algo como determinadas uniones entre canciones sí solemos llevarlas ensayadas, pero no llevamos un guión preparado del concierto para interpretarlo como hacen otros grupos.

P.- ¿Dónde y cómo soléis ensayar?

R.- Ensayamos en los locales ritmo y compás, entre 3 y 4 veces a la semana, de 2 a 4 horas. Depende del día ensayamos algo distinto: unos días ensayamos eléctrico o acústico, otros componemos…y otras veces hacemos el gilipollas (risas).

P.- ¿Es rentable hacer música?

R.- Si evalúas la inversión de dinero, tiempo y energía…en absoluto. Nosotros ahora estamos en una posición ascendente y vamos a luchar por esto a muerte. Pero si no te conviertes en un grupo bien situado en el panorama musical y con una larga trayectoria, económicamente no es rentable de ninguna manera. Y no porque seas bueno o malo, hay grupos muy buenos que por falta de suerte u otros factores no consiguen nada. Si no es el arte menos rentable del mundo, poco le falta para ello.

P.- ¿Existen ayudas de la Comunidad o del Estado para la música?

R.- Nada. En Suecia por ejemplo hay un apoyo brutal a las bandas: se prestan locales de ensayo, hay ayudas… Aquí es todo lo contrario, el alquiler de los locales y las salas para tocar es carísimo, y no existen ayudas económicas. Nosotros empezamos a tocar con 18 años aproximadamente, y a esa edad es una locura pagar 600€ por algo así.

P.- ¿Es fácil el día a día entre los integrantes del grupo?

R.- El día a día de un grupo funciona parecido al de una pareja: tienes que respetarla para que la relación funcione, y aunque discutas con ella, sabes que la quieres. Pues más o menos esto es lo mismo. Nosotros damos gracias de ser amigos desde que éramos pequeños, porque para que una banda triunfe todos tienen que remar en la misma dirección. Además nosotros tenemos muy claro el papel de cada uno en las cuestiones relativas a la banda, ya que normalmente hay un montón de cosas que hacer.

P.- ¿Qué opináis de internet como medio de promoción?

R.- Es el mejor medio de promoción posible. A nosotros, excepto los amigos más cercanos, todo el mundo que nos conoce lo ha hecho gracias a internet. Antes de sacar el disco en MySpace nadie nos conocía, y después de hacerlo llegamos a tener 2000 o 3000 escuchas al día en la página. Eso sólo lo consigues gracias a la red; internet es lo mejor que le ha pasado a la música en muchos años.

P.- ¿Qué uso hacéis de él, y de qué manera lo utilizáis para promocionaros?

R.- Aparte de MySpace, tenemos página web propia, para poder dar una buena imagen en internet y tener un sitio. Luego tenemos canal de Youtube, cuenta en Twitter, Facebook, Tuenti…

P.- ¿Qué opinión tenéis de plataformas como spotify?

Toda plataforma que impulse la música es buena, y si además consigues una rentabilidad, aunque sea mínima, mejor todavía. Y aún sin ella: nosotros preferimos que se descarguen nuestro disco si luego vienen a los conciertos.

P.- A la hora de vender música, ¿CD o formato digital? ¿Por qué?

R.- Los dos, hay gente que le va a seguir gustando el disco, y gente que preferirá descargárselo. El público manda, y si público quiere disco, digital, o vinilo y casette, hay que dárselo.

P.- ¿Cuál es vuestra opinión de las protestas generalizadas sobre el precio abusivo de la mayor parte de los discos?

R.- Se podrían reducir quizá los costes intermedios de la producción de ese disco, como por ejemplo en distribución. Pero el que diga que 20€ es caro por un disco, no sabe lo que conlleva y el trabajo que cuesta hacerlo. Pero también es una broma el porcentaje que se quedan el distribuidor y la discográfica. En royalties (pagos en concepto de derechos de autor), de un disco de 12€ por ejemplo, el grupo percibe aproximadamente una cantidad cercana a 1€.

P.- ¿Cuál sería vuestra definición de éxito?

R.- Poder vivir de la música. No nos paramos en valorar cosas románticas como hacer lo que nos gusta, porque eso ya lo estamos haciendo. Pero no tener que compaginar la música con otros trabajos, sino poder dedicarnos enteramente a la música, sería nuestra propia definición del éxito.

P.- ¿Qué piensan vuestra familia y amigos de que forméis parte de un grupo musical?

R.- Nuestra familia siempre nos ha apoyado en todo, tanto económica como anímicamente. Ha habido conflictos, por ejemplo que a veces nos metían más caña para que no dejáramos de lado los estudios. Pero siempre han estado ahí, y no han puesto nunca problemas. Y los amigos igual, siempre nos han apoyado.

P.- ¿Cuáles son vuestras influencias y cuáles son vuestros grupos favoritos?

R.- Bebemos de todos los sitios, aunque principalmente nuestras influencias son inglesas y americanas. Algunas de nuestras bandas favoritas son de habla inglesa: Incubus, Red Hot Chili Peppers, Muse… aunque estamos abiertos a todo tipo de estilos, desde los Beatles hasta Britney Spears. También ahora están apareciendo buenas bandas españolas, que de alguna manera nos abren el camino e influyen en nosotros.

P.- ¿Cuáles son vuestros planes de futuro?

R.- Grabamos el disco hace seis meses, y desde entonces hemos estado peleando por él. Tenemos una propuesta preparada para el lanzamiento a nivel nacional, pero de forma independiente y ajustada a nuestro presupuesto, con la que nos gustaría llegar al gran público y salir en canales como MTV, 40TV, etc. También intentaremos sonar en todas las emisoras musicales que podamos y hacer ruido en internet. Por último, haremos una gira de conciertos para presentar el disco en directo, para así poder seguir creciendo como banda y atraer cada vez a más gente.

Son Sexy Zebras, y puedes escucharlos tanto en youtube, como en su propio MySpace o página web: www.sexyzebras.com

Desde aquí me gustaría darles las gracias por la entrevista, tanto por acceder a ella como por su simpatía durante la misma. También desearles toda la suerte del mundo con el lanzamiento de su disco y su gira, se la merecen.