Tras unos simplemente correctos The Joy Formidable, superando en el difícil arte del teloneo a aquellos The Big Pink que disfrutamos -sufrimos- en el Vicente Calderón en el año 2010, y con 15 minutos de retraso sobre la hora estipulada, se apagaron las luces y con ellas los dolores varios de los espectadores que llevaban horas haciendo cola ante las puertas del recinto. No se hicieron de rogar y, tras Unsustainable como Intro de concierto, compensaron el retraso con Supremacy, Hysteria y Supermassive Black Hole en una secuencia tras la que ya más de uno pedía clemencia. Y eso era tan solo el inicio.
Porque, además de un sonido perfecto (al menos en pista) desde el mismísimo inicio del concierto, el espectáculo visual que Muse ofreció al público fue apoteósico, de esos en los que deberían ser advertidos aquellos que padecen alguna sensibilidad a la luz y el color. Tras acabar Hysteria, varias filas de pantallas comenzaron a descender, para acabar formando una pirámide invertida sobre sus cabezas, en las que se podían ver tanto proyecciones distintas en cada canción, como imágenes del trío británico o del público. La pirámide pasaría a convertirse en un zigurat multiforme durante todo el concierto, absorbiendo las miradas de todos los asistentes.
Puesto que, durante el último tema, la pirámide formada en el escenario se tragó al conjunto británico, se pudieron disfrutar en sus pantallas las imágenes del videoclip de Isolated System mientras sonaba. No fue tocada por los miembros del grupo desde las entrañas del escenario, como se ha podido leer en alguna reseña. Sus últimas notas dieron paso casi automáticamente a las primeras de Uprising, ya con ellos de vuelta, mientras un Dom Killbiliano daba golpes desde la pirámide que aún coronaba el escenario. Si antes se iba a quemar Wall Street, en ese momento sus restos iban lanzados hacia el político de turno, después de ver los puños en alto de la multitud arengada por Bellamy y su 'we will be victorious'. Y, por si fuera poco, el himno que es Knights of Cydonia dejaría exhaustos a los asistentes, preguntándose si aquello era el final.
Sin embargo, volvieron a salir, para rematar con Starlight y el himno de los pasados JJ.OO de Londres: Survival. Llegados a este momento, el ánimo del público hacía rato que ya estaba en ese punto en el que tan solo puedes dedicarte a saltar y corear cada letra, cada riff y cada movimiento de la inmensa pirámide de pantallas. Porque quizá -y sólo quizá-, para algunos Muse haya perdido un poco el norte en sus dos últimos discos. Pero es indudable que son una de las bandas más en forma del planeta en cuanto a la calidad de sus directos, cuestión que 15.000 personas pueden avalar desde la noche del 20 de octubre. El próximo verano más, según el último 'see you next summer' de Matthew Bellamy, dicho entre reverencias al público. Mejor es difícil, aunque eso, con Muse, ya se ha dicho demasiadas veces.
Grupo: Muse.
Lugar: Palacio de los Deportes (Madrid).
Aforo: 15.000 personas (completo).
Setlist: Unsustainable; Supremacy; Interlude + Hysteria; Supermassive Black Hole; Resistance; Panic Station; Animals; Monty Jam; Explorers; Falling Down; Host + Time is Running Out; Liquid State; Madness; Follow Me; Undisclosed Desires; Plug in Baby; New Born; Isolated System; Uprising; Knights of Cydonia; Starlight; Survival.
3 comentarios:
Desde grada el sonido al principio no fue bueno, la batería sonaba como si se solapasen las ondas incidentes con las reflejadas, produciéndose un efecto un tanto feo; por suerte, solo fue en la primera canción y en los teloneros.
Para Undisclosed Desires usaron unos tres Displays que se iluminaban de verde, azul o rojo dependiendo cual se pulsase (quizás no se apreciase desde pista al estar en el lugar que antes ocupó el piano y ser de reducidas dimensiones).
¿Opinión sobre el concierto? Pues como todos los que he visto de ellos espectacular, quizás como dices hubo un punto de inflexión un tanto brusco con Falling Down y Explorers (siendo esta última bastante larga, ronda los 6 minutos) al ser muy lentas. El público se animó con Madness y Panic Station (mis preferidas del nuevo disco y parece que no soy el único al que le ocurre). Pienso que no supera al del Calderón y es normal, tienen un espacio mucho más reducido al ser un concierto de interior.
Dijeron que vuelven en verano, espero que no se agoten a la media hora las entradas (que la reventa de entradas de 44'5 euros estaba a 300).
Cierro los ojos, me lo imagino y símplemente me emociono. Solo de imaginar estar allí otra vez. Quién iba a decir a esta muchacha que fue al Calderón sabiéndose 3 canciones a lo sumo, que saldría de allí convertida en una fan de arriba abajo.
Incluso les llegué a tener algo de tirria hace años y añós, todo el mundo hablaba de ellos y yo apenas les conocía... Y ahora ya soy, ahora ya, ya lo soy. Otro fan de Joh...Muse.
Fuck yes!! Next Summer!!!
No habrá boda que valga!!!
Un abrazo!!
Te dejé un premio en mi blog!!!
Una tontería... pero espero que te haga ilu!! =)=)
Publicar un comentario